Estamos aquí (Vista de la instalación)
Siempre a punto de caer.
Estamos aquí.
Al borde de las circunstancias.
La ruina es moral.
Estamos aquí.
Al borde de las circunstancias.
La ruina es moral.
La investigación artística de Claudia Aravena transita desde el campo del cine
hacia la sala de exposición. Esta instalación se entiende como una película
performativa: el recorrido entre las imágenes vincula al espectador con la historia
del cine y la intimidad de la artista.
Las imágenes de esta “película” han sido producidas en distintos momentos
durante los últimos años. Un ejercicio clave consiste en recrear las poses de los
personajes del cine de Andréi Tarkovsky, personajes que siempre están a punto de
caer, en medio de un desastre o tocando fondo. La artista pone aquí su cuerpo, y
el de un modelo, para investigar(se) y comprender de forma encarnada el drama
interno de las películas del cineasta ruso, difícilmente compatible con el paradigma
oficial del Realismo Socialista soviético. Los textos y el relato en off, por otra parte,
despliegan algunos diálogos con escritores como Clarice Lispector, Ítalo Calvino,
Maurice Blanchot y Francisco Díaz
“Caigo luego existo” puede ser la atmósfera que envuelve esta instalación y que
pone al espectador al borde de las circunstancias. La instalación no pretende
presentar la catástrofe de un contexto (social, política, ecológica), sino en un plano
más subjetivo, los modos cómo los cuerpos negocian su agencia o identidad ante
el derrumbe inminente.
hacia la sala de exposición. Esta instalación se entiende como una película
performativa: el recorrido entre las imágenes vincula al espectador con la historia
del cine y la intimidad de la artista.
Las imágenes de esta “película” han sido producidas en distintos momentos
durante los últimos años. Un ejercicio clave consiste en recrear las poses de los
personajes del cine de Andréi Tarkovsky, personajes que siempre están a punto de
caer, en medio de un desastre o tocando fondo. La artista pone aquí su cuerpo, y
el de un modelo, para investigar(se) y comprender de forma encarnada el drama
interno de las películas del cineasta ruso, difícilmente compatible con el paradigma
oficial del Realismo Socialista soviético. Los textos y el relato en off, por otra parte,
despliegan algunos diálogos con escritores como Clarice Lispector, Ítalo Calvino,
Maurice Blanchot y Francisco Díaz
“Caigo luego existo” puede ser la atmósfera que envuelve esta instalación y que
pone al espectador al borde de las circunstancias. La instalación no pretende
presentar la catástrofe de un contexto (social, política, ecológica), sino en un plano
más subjetivo, los modos cómo los cuerpos negocian su agencia o identidad ante
el derrumbe inminente.
Francisca García